El verano es una época llena de alegría y diversión, pero también puede ser un desafío para mantener una alimentación equilibrada. Con la falta de rutina y horarios, las tentaciones de comidas rápidas y los eventos sociales, es fácil caer en excesos que pueden afectar nuestra salud y bienestar.
No hay razón para preocuparse, ya que existen estrategias simples que nos ayudarán a disfrutar del verano sin comprometer nuestra alimentación saludable.
El primer consejo clave para mantenernos en forma durante el verano es asegurarnos de beber suficiente agua. Con el calor, nuestro cuerpo pierde más líquidos a través de la transpiración, por lo que es crucial mantenernos hidratados. Se recomienda aumentar la ingesta de agua y líquidos, alcanzando entre 1,5 y 2 litros al día. Llevar una botella de agua contigo y establecer recordatorios para beber regularmente puede ser de gran ayuda.
Cuando comemos fuera de casa, es importante tomar decisiones inteligentes. A menudo, las opciones rápidas y convenientes pueden ser tentadoras, pero es esencial elegir platos nutritivos y ligeros. Optar por ensaladas frescas, gazpacho, verduras, cereales y pasta integral puede satisfacer nuestras necesidades nutricionales sin sobrecargar nuestro sistema digestivo.
Debemos prestar atención a la forma en que se cocinan los alimentos. Optar por métodos de cocción saludables, como la plancha, el horno o el vapor, ayudará a mantener los nutrientes y reducir la cantidad de grasa utilizada en la preparación.
Durante el verano, las bebidas alcohólicas y las bebidas azucaradas suelen ser más frecuentes en eventos y salidas. Es fundamental reducir su consumo. El alcohol puede deshidratarnos y aportar calorías vacías, mientras que las bebidas azucaradas pueden contribuir al aumento de peso. En su lugar, podemos optar por agua, bebidas light o sin azúcar, e infusiones refrescantes para mantenernos hidratados y satisfacer nuestra sed sin añadir calorías innecesarias.
Recuerda que el equilibrio es la clave para disfrutar del verano sin excesos. Permítete disfrutar de tus caprichos ocasionales sin sentirte culpable y compensa en las siguientes comidas con opciones más saludables. Aprovecha el verano para disfrutar de las frutas y verduras frescas de la temporada, prepara comidas al aire libre y mantente activo/a con actividades físicas que te gusten.
